Todos tenemos momentos de bajones, y por supuesto
momentos mejores que intentamos disfrutar al máximo, por eso de que cuando
venga la tormenta y no tengas a mano un paraguas para poder refugiarte en el.
Pero el caso es que las personas somos inestables por
naturaleza, somos como la economía, un día estamos arriba y disfrutamos de una
riqueza que parece que nunca va acabar y al día siguiente podemos estar en la más
profunda de las crisis, solo hace falta un paso en falso para que todo se vaya
a la mierda.
Pero es justo en esos momentos de crisis cuando buscamos
la motivación, la inspiración o las fuerzas para seguir adelante para poder
encontrar el único fin que todo ser humano persigue: La felicidad.
Unos la buscan en los libros, esperando encontrar alguna
frase, algún capitulo que les haga darse cuenta de aquello que en el fondo ya
saben, otros la buscan en la música, en canciones de grupos que componen letras
para intentar transmitir los sentimientos universalmente conocidos, otros por
el contrario la buscan en la religión, que independientemente de la existencia
de un ser superior o no, mantiene la esperanza de las personas al pensar que
más allá de esta vida nos espera una vida mejor, y por tanto la vida puede que
no sea completamente feliz, pero mantienen la esperanza de una futura
felicidad.
Hay muchas formar y métodos de buscarla, puede que tantas
como humanos existimos en el mundo, a mi personalmente una vez alguien me dijo
como encontrarla y donde se esconde, y la encontré, pero esa persona no me dijo
como debía conservarla, y la perdí.