Después de tener bastante abandonado mi blog, aunque veo que nadie me ha echado de menos.
Aprovecho mi clase aburrida de fotografía en la universidad, para divagar un poco de todas las cosas que siguen atormentando mi cabeza.
En este periodo de mi vida, en el que todo ha dado un giro inesperado. También en parte la gran mayoría de las cosas me las he buscado yo solita, aunque eso no venga al caso.
Me dispongo a cerrar un etapa y abrir una nueva, porque al fin y al cabo la vida se compone de etapas que nosotros mismos abrimos y cerramos, a veces incluso sin darnos cuenta.
Yo abro esta nueva etapa, para disponerme a ser un poco mas feliz, para intentar encontrar aquello que fui y que en un momento me hizo mas feliz de lo que soy ahora.
Soy como el Humanismo Renacentista, vuelvo a una época de mi pasado para recuperar las ideas que me movieron a hacer lo que hago hoy. No solo las ideas, sino también las ganas, la ilusión las metas, los sueños y las esperanzas. Todo eso me hacia ser una mujer independiente y al mismo tiempo sentía algo parecido a la esperanza.
Siento que me he desviado de mi verdadera meta, aunque se, que para llegar a tu verdadero objetivo a veces tiene que desviarte del camino. Sin embargo, quiero seguir con mis sueños, porque en estos momentos es lo único que me mantiene en pie y me ayuda a seguir luchando.
Tres años que formaron parte de mi vida y que los recuerdo con la mayor ilusión del mundo, han tenido que pasar otros dos años más de inestabilidad para darme cuenta que yo no sirvo para jugar a lo que todo el mundo entiende por amor, sino que mi camino es otro. Ese camino que me hace mas fuerte y a la vez tan débil, por añorar lo que nunca tendré.
